CERRAR CICLOS

Algunos que inician y otros que se cierran en diferentes momentos y en diferentes áreas. Unas veces los vemos y otras veces no. Tal ves por lo difícil que es reconocer que es el momento de cerrar un ciclo que ya dio su fin y que hagas lo que hagas no hay marcha atrás. Sin existir los hubiera. Es que hubiera podido hacer algo mejor, y su hubiese hecho esto o el otro, hubiese dado otro resultado. Pero simplemente es lo que es y no hay marcha atrás, ese es tu presente, por muy doloroso que se vea y duro escucharlo y aún más difícil sentirlo tal como es. A veces creemos, que es mejor hacer como que no lo vemos. Es más fácil vivir  con eso, que afrontarlo.

Es difícil verlo, porque sientes que no es el momento de soltarlo. Te aporto tantas cosas y lo que tú aportaste fue significativo e importante en esas áreas: en pareja, un trabajo, un amig@, un familiar que partió mucho antes que nosotros, una casa, una experiencia, una relación, etc.

Por eso es importante darnos cuenta, en los síntomas de cuando algo ya no esta funcionando como antes. Entre éstos, que ya no estamos con la misma emoción o ilusión que en un inicio, que nos quejamos y nos enojamos sin razón alguna, que no sonreímos como antes, que nos sentimos incómodos, que los demás perciben y ven que nuestro comportamiento o actitud ha cambiado de alguna forma y el más evidente que no nos sentimos bien.

A veces no nos damos cuenta de todos estos síntomas, pero el que puede ayudarnos a reconsiderar todo esto, es el último, y que es evidente es que nos preguntemos como me siento con esta situación, si la respuesta es que no te sientes bien y no te agrada. Reconsidera y revalora la situación, probablemente sea mejor tomar otro camino, hiciste lo que mejor pudiste, con lo que tenías y está bien. No siempre vamos a cumplir lo que los demás quieren de la situación, o de uno mismo. Seleccionamos la mejor opción que teníamos en ese momento e hicimos lo mejor que pudimos, y es buen momento de dar el siguiente paso.

Sí, ese paso tan temido, pero que puede abrirnos a nuevas posibilidades entre ellas : perdonar, reconocer, agradecer, soltar, asumir y sanar la situación o la relación permitiéndonos fluir y dar comienzo a algo nuevo sin culpas, miedos, remordimientos, enojo, frustración, entre otras.

Y como no hay un tiempo definido para esto, porque cada persona vive los procesos y los maneja de diferente manera, date permiso de vivir tu proceso a tu tiempo y a tu ritmo. Incluso, puedes recordar algún momento o experiencia donde has cerrado algún ciclo, puede ser de tu infancia, de tu juventud o algo más reciente y darte cuenta de lo que hiciste para cerrar ese ciclo y puedes recordarlo a través de una imagen, y recordar los sonidos y voces que hubo de ese momento y la sensación y los aprendizajes que te aporto en esa ocasión, mismos que puedes llevar en esta experiencia para ayudarte a sanar, resignificar la experiencia y aprender de la misma.

¿Y tú que descubres con esto?, ¿Cuál va a ser tu primer paso?